PAPE – Un estudio de la vida de provincias
Sin duda el disco de Pape ha sido el disco que más me sorprendió este pasado 2022.. Desde el primer momento me dejaron sin saber muy bien a qué atenerme. Acostumbrado a poder encasillar fácilmente por donde va un grupo a casi la primera, este “Un estudio de la vida de provincias” (atención también al título estrella) me dejó completamente descolocado y no me pude quitar estas canciones de la cabeza durante muchos días. No sé por qué exactamente, si fue esa sensación abrumadora al escucharlo, como si una avalancha sónica de ruido y distorsión hubiera pasado por encima; o tal vez os teclados provenientes de un futuro/pasado distópico; quizá fue esa voz recubierta de efectos y delays que crean una sensación total de desorientación en las primeras escuchas y que me trae a la imaginación cosas muy locas como un Raphael biónico liderando a Daughters! o The Armed, tocando en la explanada el día del juicio final….
Como he dicho antes todo un asalto sónico y sensorial, que desboca mi imaginación y que me hace preguntarme de donde ha salido esta gente. Pero no todo se queda en un ataque a los sentidos ya que a pesar del ruido y del histrionismo a lo Scott Walker, hay momentos llenos de lirismo, belleza y delicadeza como el estribillo de “Little China” o “Un suspiro” (Esa oda a la figura real y figurada de la madre como protectora, donde el amor, el miedo y el sexo se confunden). En este sentido merecen especial mención unas letras, que cuestan de descifrar sin leerlas debido al tratamiento de la voz tan escondida bajo los efectos, pero que se van descifrando y tomando forma y sentido conforme van pasando las escuchas.
Si se le puede poner algún pero al disco seria que quizá baja un poco el nivel en la Cara B, pero que más que nada porque la Cara A es casi perfecta.
Un grupo lleno de misterio, intrigante sin quizá pretenderlo, original y único, que aunque se le podrían encontrar influencias reconocibles (los ante mencionados Daughters, The Armed o los mismísimos Jesus Lizard podrían ser referencias validas), me parece un disco muy original en su totalidad, y en la mezcla de ideas tan extrañas parece existir en un mundo aparte. Sin duda mi disco del año.
CROSSED – Morir
No tengo muchísimo que decir, aparte de que este “Morir” es un disco de hardcore metalizado, oscuro e industrial, a ratos en su intensidad, y que me ha gustado mucho. No había prestado mucha atención a Crossed hasta ahora, no sé porque, quizá porque cantaban en inglés, cosa que me tira un poco para atrás con los grupos del estado o porque es un estilo que no acabo de encontrar el momento muchas veces. Sin embargo me llamó mucho la atención “Flores rotas” el single de adelanto cuando lo escuché por primera vez, por el cambio al castellano y un estribillo mantra recitado e hipnótico que no me esperaba, sinceramente. Esta canción junto con a los interludios instrumentales “Atado” y “Hundido” le dan una dinámica al disco más accesible, sobre todo si no estás acostumbrado a esto del hardcore extremo, y a pesar de que la sombra de Converge es siempre alargada en este género, tienen suficiente personalidad e ideas para que suene algo propio. Por ultimo mencionar lo brutalmente bien que suena el disco gracias a la producción de Borja Pérez, que no ha parado de grabar discazos en los últimos tiempos.
TENSURA – Flute
Después de un par de años convulsos para la escena “ faenera” (Es decir esa mezcla de grupos diversos pero con puntos comunes que orbitan alrededor de la sala autogestionada La Faena II) en la que la supervivencia de la sala estuvo pendiendo de un hilo, parece que la cosa esta remontando en este pasado 2022, con la sala volviendo más o menos a su normalidad pre pandemia, y con la edición de un par de discos muy buenos y totalmente faeneros como este “Flute” de Tensura y el debut de Radiadores Viejos, que comentaremos más adelante.
Tensura es un trio de Madrid, con una formación de teclado, guitarra, batería, y hacen una música difícil de definir, algo que casi siempre suele ser buena señal. Se podría decir que practican un Post-hardcore, con letras muy inspiradas, que destacan por una aparente sencillez que no acaba siendo tal, que se quedan en la cabeza, dando vueltas y que van descifrándose con las escuchas, a medio camino entre el surrealismo castizo y la melancolía de ser un joven anciano (como ellos se definen) en esta modernidad tan deprimente que nos ha tocado vivir. Debido a la peculiar formación de casiotone distorsionado, guitarra, batería y lo peculiar del universo donde viven sus letras, son un grupo muy personal difícil de encasillar, pero quizá dos buenas referencias para su sonido serian dos titanes del post hardcore como The Ex o Fugazi.
PIONERA - Bolsa de piedras
Después de la corta y malograda carrera de Ugatz debido a su prematura disolución, dos de sus tres componentes, los señores Katafú y Bardisa, decidieron no perder el tiempo y continuar donde lo habían dejado con Ugatz. Y aunque no hay duda que hay cierta continuación en este “Bolsa de piedras” con respecto a su anterior proyecto (Entre otras cosas el blanco y negro que se mantiene en el diseño de ambos discos y el recuerdo a Familea Miranda, banda donde ha militado Kata, durante más de dos décadas) la entrada de Ruben Martinez al bajo les ha dado nuevos matices y una personalidad diferente.
Este es un disco más trabajado, enrevesado, un disco de rock, por lo de rocoso, con toques incluso progresivos por momentos, que exige de varias escuchas para ser disfrutado al completo. Aparte de la influencia de los Melvins, también presente en el debut de Ugatz, hay un amplio abanico de referencias y estilos, que en un primer momento puede resultar algo desconcertante: el heavy metal más clásico, (quizá con cierto toque irónico) en “Droga mosquito” o “Igual ciervos”, los teclados y desarrollos prog, en “Pionera” o “Cachorrito” y quizá esto es flipada mía, pero ciertas melodías corales en “Cachorrito” me traen a la memoria la teatralidad del mismo Frank Zappa, y en la melodía vocal de “Campesina” me hizo acordarme de héroes del folk sudamericano como Victor Jara.
Como he dicho antes un disco que no entra a la primera escucha, pero que destaca por su originalidad y creación de un ideario propio, fuera de tendencias de moda y de lo supuestamente cool, lleno de matices y sorpresas que se van desvelando con sucesivas escuchas.
SHEILA - Mangantes
Sinceramente no puedo ser muy objetivo con Sheila ya que me unen lazos muy fuertes con ellos, pero el que haya llegado aquí buscando objetividad ya puede dejar de leer aquí mismo. Pero creo la vuelta de la banda después de casi ocho años es un alegría que merece ser celebrada. Este “Mangantes” no es estrictamente un LP, ya que es más bien una recopilación en cassette de seis canciones grabadas el año pasado y las canciones de su demo del 2013 , pero bueno lo incluyo aquí por que “It´s my party....”
¿Qué se puede decir de Sheila? Pues que son una banda más que necesaria en nuestra escena local (y estatal) y que aportan una frescura, intensidad y sensaciones a flor de piel, música de una verdad que escasea en estos tiempos de tanta pantalla y aparentar lo que no eres. Post hardcore/Grunge.. Llámalo como quieras, rezumando influencias clásicas (Fugazi, Nirvana, Shellac, Breeders,… ) sin rubor para crear media docena de temazos que van a la yugular, como si fueran un tren a punto de descarrilar. Letras y estribillos que se quedan clavados a la primera, llenos de referencias a su procedencia y a sus raíces mediterráneas de mangantes fenicias( per lo bó i per lo roí).
Los Tensura me recuerdan un huevo a un grupo japonés muy de nicho que se llama Triple fire, el estilo, la simpleza y el tono de las letras. Muy guapos, no los conocía.
El grupo japo: https://www.youtube.com/watch?v=OIAN5UcJXmo